lunes, 10 de agosto de 2009

Castellar de Santiago 11 de mayo de 2008

Mi querida y estimada amiga Lana; Te estoy escribiendo desde mi segunda residencia, no sé si tu bípeda te habrá comentado como estoy pasando unas días en este pueblo maravilloso que es Castellar, me he traído conmigo a los amigos que viven en mi casa de Móstoles, sobre todo para que me hagan de taxistas, ya sabes que yo soy muy cómoda y tienen que llevarme y traerme a todas partes, de alguna manera tienen que pagarme el que les permita vivir conmigo, a pesar de que les estoy muy agradecida, pues se portan muy bien conmigo, -Claro esto no se lo puedo decir a ellos? ya sabes, les das la mano y luego se cogen la patas- Como te he comentado, los días aquí son muy tranquilos, y no tengo que aguantar las subida de las persianas y los ruidos de los coches todos los días a la misma hora, me ponen de los nervios, a mis amigos, le estoy convenciendo poco a poco para que me abran las ventanas de la segunda planta, si te soy sincera no me cuesta mucho convencerlos, tú ya sabes que tengo una especial habilidad para convencer a los Bípedos, y en especial, a los que viven con migo, utilizo mis dotes femeninas y mis famosos ronroneos y ya los tengo en el bote.. Como te decía, mis amigos ya me abren las ventanas y salgo a darme un garbeo por todos los tejados del alrededor de ésta mi segunda residencia, no vayas a creer que te lo comento para darte envidia, pues me gustaría que tu Bípeda te permitieras venir alguna vez de vacaciones por estos lares, ¡ lo pasaríamos guay guay del paraguay!, aquí en este pueblo, las que somos de Madrid triunfamos y ligamos mucho, los novios me salen por doquier, pero yo como te he comentado otras veces, no quiero compromisos de ninguna clase, coqueteos sí, todos los que me permite mi buena educación pero nada más. Debo confesarte mi querida amiga Lana, que a veces los amigos que he traído se ponen un poquito pesados, quieren que este hablando con ellos constantemente, pero como tú bien sabes, nosotras no somos tan parlanchinas como los Bípedos, que se pasan los hora hablando y al final no dicen nada coherente, ahora eso sí, cuando yo necesito de sus atenciones no paro hasta conseguirlo, éstos amigos míos el que ha hecho de taxista, debe tener mas paciencia que el “Santo Job” no lo dejo ni un instante tranquilo, que si prepararme la comida, que si ahora me tienes que peinar, que ábreme la puertas, que ahora las ventanas, que acompáñame a subir las escaleras para inspeccionar las habitaciones de la segunda planta a ver si las han limpiado bien, que hazme la cama, pero hay no queda todo, cuándo mis amigos están tranquilos haciendo algo que para ellos debe de ser interesante, “Voilá” ahí estoy yo, tratando de llamar su atención subiéndome por sus piernas para que me cojan en brazos y me acaricien, eso es lo que mas me gusta interrumpirles, para algo soy yo la dueñas y señora de la casa faltaría Plus. Bueno mi querida amiga Lana, mas adelante te seguiré escribiendo y contándote como lo sigo pasando, en éstos momento estoy viendo a mis amigos con cara de sueño, y voy a ver si consigo que se vayan a dormir y los arropo, no quiero que cojan un catarro y luego se pasen la noche tosiendo y no me dejen descansar, ¿Son como unos niños y tengo que cuidarlos? Bueno no tengo mas que contarte en estos momentos, ya te seguiré teniendo al día en la próxima carta que te escriba; muchos Besos y ronroneos de tu amiga para siempre.  Mina. Se me olvidaba comentarte, cuándo veníamos de Móstoles hicimos un alto en el camino, en un Pueblos que le llaman Torrenueva, la verdad no se por que lo llama así, pues ni tiene Torre y tampoco es nueva, el caso es que hicimos dicha parada en casa de unos sobrinos que tienen mis amigos, tú sabes que nosotras somos muy curiosas, y cuándo vamos por primera vez algún sitio, lo primero que hacemos es investigarlo todo, estuve casi una hora dando vueltas a la famosa Cocinilla, ¡ chica eso era más grande que un campo de Futbol!, más tarde me presentaron a una amiga, que tenia las orejas más grandes que las del Príncipe Carlos de Inglaterra y en vez de rabo lo que tenia era una protuberancia, yo creía que era una malformación genética, luego me aclaró que era una “Coneja”, el caso es que nos hicimos amigas, y mientras todos los Bípedos saciaban su apetito y se contaban sus chismes, nosotras hacíamos lo mismo pero con mucha mas educación que ellos, ya hemos quedado para vernos en un próximo viaje y contarnos nuestras experiencias, y sobre todo, ella que tiene en su casa a dos Bípedas pequeñas que no la dejas tranquila ni un solo momento, y según me comentó no la cuidan muy bien, ellas van a su bola y solamente la utilizan para entretenerse. P.D. Se me olvidaba, darles muchos mordiscos y arañazos a tus Bípedos de mi parte, siempre tuya Mina.

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